lunes, 23 de agosto de 2010

CAMPOS DE CENIZAS

El humo que me lleva la sangre

y me disuelve en días de no saber,

que me transita por ventanas a un paisaje

de piedra e indiferencia,

es la cúpula de mi catedral de hastío.


Y si no hay motivo de brindis,

ni carcajada ni aplauso,

espero que los campos de cenizas

me reciban con el clamor del silencio,

con el grito del cansancio que se ha soltado

como la cuerda de la mano de la marioneta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Patricio

Ahora que sé que tiene blog, puedo estar al tanto de lo que escribe, que por lo que veo (y leo) es muy bueno, seria preciso decir ¡admirable! (aunque estoy segura de que dichos elogios ya los ha recibido,algo que no me extraña en lo mas mínimo, sino que más bien , demuestra que somos bastantes los que afirmamos que lo que escribe es muy bueno).

¡Que lastima no haberlo tenido más tiempo en el Instituto!, hubiese sido un gusto compartir los últimos tres años del secundario con usted como profesor, pero aprecio y recuerdo con mucha alegría las pocas (pero placidas) clases que dio al grupo, fueron muy amenas. Honestamente hay muy pocos profesores que puedan transmitir la pasión de su vocación, usted es uno de esos pocos; incitaba a que nos encamináramos (con mucha diligencia) hacia la librería o biblioteca más cercana y encontrar “el libro” que nombro.

En fin, me alegró mucho encontrarlo en "feisbuk", de esta forma conocí su blog. Pido disculpas por la extensión del mensaje, y lo compadezco, ya que tendrá que leer lo que escribí, jaja =).

Le deseo mucha suerte en todo proyecto que aborde.
Saludos!!

Maria Victoria dijo...

Maria Victoria escribio lo de arriba jaja ,(esta para que me digan "elemental Watson").Saludos!

M. Julieta dijo...

Hola Patricio!
Quiero decirte que, quizás esté equivocada, pero mi interpretación de este nuevo posteo hizo que pudiera identificarme en
él, porque cuando hablaste de los campos de cenizas y de la forma en que a uno los reciben, me hiciste sentir aquél vacío que me inhunda cuando paso a visitar a aquéllos que ya no están entre nosotros (¿o quizás si?) y nos reciben con su cara de piedra y el silencio que los vivos no sabemos dar.

Nos encontramos en facebook ahora, pero no dejo de pasar a leer las cosas hermosas que escribís!

Un saludo grande, mucha suerte!
Julieta.

Patricio H. Agüed dijo...

Gracias, Julieta. Siempre son bienvenidos tus comentarios.
Y es bueno saber que todo aquello que uno escribe puede proyectar otros sentimientos, pareceres y reflexiones en el lector.

Un saludo grande.