martes, 21 de julio de 2009

ANÓNIMO

Y de pronto se derrumbó mi alma
por una colina de plumas

por llevar tu nombre

impunidad del invierno:
este placer de ocultar lo que digo
en telas de arañas

para que no se sepa tu nombre

espejo de palabras y
una sirena que es la locura a lo lejos

tu nombre

que no es sabido
esa nada es mi respuesta

te nombro: una perla
en cofre de la más delicada humildad