es imán que atrae a las simas de la quietud
el más aburrido de los cantos de la sirena
un tiempo que destiempa las hojas del calendario
es brazos que sujetan los brazos
tensión de silencio en el instante del amanecer
ella marca los pasos de la arena
y juega a los dados sobre el tablero de silencio
que se vuelven los días
y las madrugadas
y los años
la que sonreía con sus campanitas de primavera
y encerró los pájaros en las jaulas que destilan
sus labios
de locura, de encías con espuma, agudeza de alfiler
es una tierra yerma
que insulta con sus poros cerrados
es el grito amordazado
es una caverna en llamas donde reinan las sombras
jueves, 19 de noviembre de 2009
miércoles, 18 de noviembre de 2009
POEMA 18 (noviembre)
y ha cesado el aleteo de los pájaros
en la cajita de cartón
donde durmieron
hasta el hartazgo el desconsuelo la rabia.
el sol rayando las pestañas de mi horizonte:
una dama cortejada en el desierto
requiebro de pétalos
un trino que cubre el cielo de estrellas
las curvas de mi horizonte como el océano
en continuo movimiento
en los valles y en las cimas
(en las simas
preferentemente)
la mano que se hunde en la arena
porque no tiene cuerpo
ni viento ni espejo
para despertar y que cesen
las plumas rojas,
tallando en los muros
del acartonado engranaje que corona con laureles
de espinas
en la cajita de cartón
donde durmieron
hasta el hartazgo el desconsuelo la rabia.
el sol rayando las pestañas de mi horizonte:
una dama cortejada en el desierto
requiebro de pétalos
un trino que cubre el cielo de estrellas
las curvas de mi horizonte como el océano
en continuo movimiento
en los valles y en las cimas
(en las simas
preferentemente)
la mano que se hunde en la arena
porque no tiene cuerpo
ni viento ni espejo
para despertar y que cesen
las plumas rojas,
tallando en los muros
del acartonado engranaje que corona con laureles
de espinas
viernes, 13 de noviembre de 2009
Al mirarse en el espejo
por qué insisten con que eso es una flor
si apenas tiene el aspecto de una cajita de barro
me dicen el cielo es azul
no obstante la noche,
la noche con su velo de fuego
no me vengan con cielos azules
dinámicos, de acero
si lo que yo quiero es la noche
la eterna
la de dedos de fuego
y no tanta flor con aspecto de castillo de piedra
me ofrecen el vértigo
y yo les digo que el vacío es el mejor lugar
no movimiento
no pensamiento
no corazón
y ellos me vienen con el griterío del vértigo
la velocidad, que le dicen
es un cuento
porque los muros son de humo
y hay que saberlo
hay que volverse cuchillo
filo del mutismo de medianoche
hay que volverse todo nada
sin cuerpo
sin mente
sin alma
para matar al narrador
a la voz que destila cajitas de oro
en vez de tiernas flores
hasta que un espejo te diga
que el mundo tiene cola de sirena
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