y si se rompe la silla y
caigo de nuca al suelo
qué importa
sacudiré el polvo de los pantalones
recogeré las palabras desperdigadas
como vidrios de un vaso roto
quizás me corte un dedo
y mientras bebo la gota de sangre
insulte
putee o fume un cigarrillo
hasta apagarme en el papel
vidrio molido en un vaso de vino
o un grillo en el bolsillo
que delate esta miseria
de ser
después de todo
una silla rota es como querer escribir
con un solo dedo