sábado, 20 de marzo de 2010

POEMA 24:17


Pienso que existo, y desconfío.


Las palabras vienen, llegan, desde un más allá

y regresan.

(Que no soy yo, digo, en un intento por decirme)

No están las palabras en los dedos ni en la lengua.

Bullen,

hirvientes en los huesos de la caldera.

Crespas, resecas bajo soles de azufre,

aletean, se debaten, se mezclan, se deshacen.


Se rehacen:

las palabras, el desconfío de ser,

aunque piense,

aunque apague con la planta de los pies

la llama del tiempo.

jueves, 11 de marzo de 2010

HABÍA QUE DECIRLO


Restos anticuados, museo de vieja ciencia

que regresa con alas negras

en huracanados bostezos

de hojas

de polvo

de tierra


Restos de un espejo que roto

fue la lluvia que protegió

esta soledad


Y regresa la canción de los renacuajos

croar de mis sapos

crepitar de mis pasos sobre el agua, sobre

una marea de piedra


Es una sensación que no invito

y no se limita en límpidas palabras:


algo

diría que algo como un amanecer en el pecho

de luciérnagas

o un prófugo reflejo sobre el agua