sábado, 20 de marzo de 2010

POEMA 24:17


Pienso que existo, y desconfío.


Las palabras vienen, llegan, desde un más allá

y regresan.

(Que no soy yo, digo, en un intento por decirme)

No están las palabras en los dedos ni en la lengua.

Bullen,

hirvientes en los huesos de la caldera.

Crespas, resecas bajo soles de azufre,

aletean, se debaten, se mezclan, se deshacen.


Se rehacen:

las palabras, el desconfío de ser,

aunque piense,

aunque apague con la planta de los pies

la llama del tiempo.