el refugio de sus alas ha sido
calcinado por el sol
un verano de fuegos negros, primavera
entonces para ser
te desmejoraste, primavera enferma
tenías
el oro de los cisnes en tu boca
una hebra de miel en los labios
los ojos aterciopelados como la piel del durazno
pero los soles negros asesinan,
primavera,
enferman
con la frecuencia de un reloj rabioso
olvidaste las alas en el nido de unas manos
cubiertas de espinas
primavera enfermaste
primavera enferma
salías a caminar siguiendo
siempre siguiendo
la estrella del sur que se agrietaba en tu frente
estrechaste un ramillete que el otoño
ofreció disfrazado
viejo mendigo de fáustica sonrisa
las manos se despellejaron
y fueron pétalos, primavera,
pétalos enfermos para la primavera
enferma
¡serpientes! dijiste gritaste
cuando picaron tu cuello
hasta volverse tu collar
la primavera llega enferma
de corales de margaritas de mohosas palabras
llega enferma de nudos y de tallos verdes
la primavera
martes, 1 de septiembre de 2009
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