jueves, 3 de diciembre de 2009

APRENDIZAJE

Quizás la oscura intuición de que todo aprendizaje es una preparación para un acontecer superior, un viaje que desligará por completo las ataduras del hombre a la tierra, a sus leyes materiales y físicas.
La intuición de una pronta liberación, aún incomprensible, del salir de la cueva hacia un lugar-otro, con todas las implicancias de la otredad.
Entonces desligar ataduras y abrirse a un dictado, a un flujo sin palabras, sin distancias ni tiempo, sin cuerpo, sin ojos, sin dedos que fragmenten la comprensión del presente.
La intuición de un próximo aprendizaje humano.