Y de pronto se derrumbó mi alma
por una colina de plumas
por llevar tu nombre
impunidad del invierno:
este placer de ocultar lo que digo
en telas de arañas
para que no se sepa tu nombre
espejo de palabras y
una sirena que es la locura a lo lejos
tu nombre
que no es sabido
esa nada es mi respuesta
te nombro: una perla
en cofre de la más delicada humildad
martes, 21 de julio de 2009
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4 comentarios:
Muy bueno!!!!
Gracias por el comentario, Anónimo. ¿A quién debo agradecerle? ¿Quién sos?
Soy mamá!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Gracias, má, entonces, por tu comentario. Te mando un beso grande. Me alegra que te haya gustado el texto.
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